El enfoque de seguridad comienza muy temprano en el circuito, mucho antes de la colocación de la primera piedra.
La FIA estudia hasta el más mínimo detalle el diseño de cualquier circuito nuevo que desee obtener una licencia FIA, a través de varios procesos de simulación. Hay, por ejemplo, una evaluación muy cuidadosa de la consistencia de la trayectoria de la curva, las zonas de desaceleración y la protección en la pista que absorbe los impactos con los niveles de seguridad requeridos por los estándares de la FIA.
Una vez que se construye el circuito, un inspector de la FIA realiza una verificación muy exhaustiva del nivel de seguridad de la pista antes de que se pueda emitir una licencia de la FIA.
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